domingo, 22 de marzo de 2020

Los músculos implicados en la respiración

Podemos pensar que los músculos que usamos en la respiración son únicamente el diafragma y los músculos intercostales. En realidad hay muchos otros músculos involucrados directa e indirectamente en el proceso. 

Cuando el cuerpo está en reposo no nos damos cuenta de ello, en cambio cuando tosemos, cantamos o hacemos ejercicio físico podemos notar que usamos estos músculos. 

Para comprender en qué momento están involucrados cada músculo los dividiremos en las dos fases de la respiración: la inspiración y la espiración. 




A continuación un breve resumen con las funciones de cada uno de ellos:

Músculos inspiratorios: intervienen elevando costillas para permitir la expansión de la caja torácica y la introducción de aire en los pulmones.

Músculos principales:

-Diafragma: es el músculo grande en forma de cúpula que separa la cavidad torácica de la cavidad abdominal. Su contracción desplaza el abdomen hacia abajo y afuera (desde 1cm hasta 10cm en una respiración profunda) y permite una expansión del tórax para la entrada del aire en los pulmones. En este proceso las vísceras son empujadas contra la pared abdominal. Por lo que masajea las vísceras y el corazón.


- Intercostales: ayudan a expandir el pecho, elevar el esternón y desplazar las costillas hacia arriba para obtener una mayor expansión de los pulmones.


Músculos accesorios: la contracción de estos músculos ayudan a los intercostales a elevar las costillas. En casos de mayor necesidad de entrada de oxígeno (por ejemplo cuando practicamos deporte), aumentan la velocidad y el movimiento de las costillas para cubrir esa demanda. Algunos de los más importantes son:

- Elevador de el ala de la nariz: dilatación de narinas.
- Serrato anterior y posterior superior: eleva costillas.
- Supracostales: elevan las costillas.
- Escalenos (anterior, medio y posterior): elevan las primeras costillas.
- Dorsal largo: su contracción colabora con la elevación de las costillas.
- Esternocleidomastoideo: su contracción ayuda a elevar la caja torácica a la vez que fija la cabeza y el cuello en una posición estable.
- Pectoral mayor: asisten a la respiración cuando hombros y brazos están fijos.
- Pectoral menor: proyecta costillas delante y arriba.
- Trapecio superior: fija la columna y facilita la acción de otros músculos.
- Subclavio: se extiende desde la costilla hasta la escápula, desciende la clavícula.


Músculos espiratorios: La espiración es un fenómeno pasivo cuando estamos en reposo. Durante la salida del aire se relajan los músculos inspiratorios por lo que la musculatura no hace ninguna acción para espirar. Al final de la espiración todos los músculos quedan en reposo.

Sin embargo, en otras condiciones cuando hacemos deporte o ejercicios de respiración consciente, los músculos abdominales e intercostales se contraen ayudando a la exhalación. 

Músculos facilitadores de la espiración:

- Diafragma: durante la espiración se relaja y regresa a su sitio (aunque mantiene cierto tono muscular). Este movimiento reduce el volumen torácico, y por tanto se produce el flujo pasivo de CO2 al exterior.


- Intercostales internos: deprimen la caja torácica, ayudan a relajar el pecho, deprimir y cerrar las costillas empujándolas hacia abajo para una sacar el aire de los pulmones.


Músculos accesorios: músculos auxiliares a la espiración activa/consciente.

- Serrato posterior inferior: descender las costillas.
- Transverso del tórax: descender las costillas y comprimir el pecho.
- Recto mayor abdominal: se contrae hacia dentro y deprime el pecho.
- Transverso abdominal: contrae la pared abdominal para expulsar el aire, protegiendo a su vez la columna y recogiendo las vísceras.
- Oblicuo menor y mayor: deprimir el tórax y contraer la pared abdominal.
- Piramidal: deprime el pecho.
- Ilio-psoas: sus fibras superiores están conectadas con las del diafragma posterior.
- Elevador del ano: situado en el perineo, ayuda a comprimir la parte baja del tórax.
- Suelo pélvico: delimita por abajo la cavidad abdominal. La musculatura perianal está íntimamente relacionada con el diafragma. Si el diafragma está tenso, aumenta la presión en la cavidad abdomino-pélvica y esto acaba creando problemas para el suelo pélvico.


Algunos de estos músculos merecen ser tratados en mayor profundidad en próximas entradas. Espero que hayas disfrutado y aprendido con este post. 
Nos vemos en el próximo,
Namaste

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